viernes, 18 de septiembre de 2015

Los colores no son lo que parecen

El color es una propiedad asociada a la luz, en concreto a su longitud de onda. En un arco iris se pueden ver colores del rojo al violeta, asociados a longitudes de onda más largas y más cortas respectivamente.

Espectro visible.
Rango de longitudes de onda de la luz visible, desde las ondas más cortas (violeta) hasta las más largas (rojo). ¿Dónde está el rosa?

Hasta aquí todo normal. La peculiaridad de los colores viene cuando es observada por un ser humano. Nuestro ojo percibe los colores mediante unos sensores llamados conos ubicados en nuestra retina. Por las propiedades fisiológicas de estos sensores podemos observar colores puros, pero también colores compuestos que realmente no existen.

Por ejemplo, la pintura  azul y amarilla mezcladas se nos antoja de color verde. Pero realmente no hay color verde, sólo una mezcla de azul y amarillo. Si hiciésemos un análisis de la luz veríamos la longitud de onda del azul y al longitud de onda del amarillo, pero jamás la del verde. Y sin embargo nuestro ojo sólo "compone" ambos colores en uno inexistente.

Esta propiedad de nuestro ojo de ver colores como composición de otros no pasa con otros sentidos. Por ejemplo, el sonido no es capaz de construir sonidos compuestos. Un piano y un violín no sonarán a guitarra. Un cantante soprano y otro barítono no sonarán a tenor, suenan a dos voces cantando al unísono. Nuestro oído, cuando escucha dos sonidos simultáneamente reconoce cada uno de los sonidos, diferenciándolos. Pero nuestra vista cuando se mezclan dos colores no los puede separar y los interpreta como un nuevo color.

En esta ilustración no hay color verde, sólo la mezcla de bandas amarillas y azules. Nuestro ojo los mezcla y compone el verde, pero físicamente no hay ningún verde, y un extraterrestre o un robot capaz de ver los colores reales no encontraría el verde por ningún lado.

Paradójicamente, esta diferenciación de sonidos y mezcla de colores es justo al contrario de lo que las leyes de la física podrían predecir, ya que el sonido sí se solapa y llega a nuestro oído como una sola señal. Sin embargo la luz llega perfectamente diferenciada a nuestra retina. Son por tanto procesos fisiológicos los que consiguen mezclar los colores y distinguir los sonidos.

Si alguna vez llegara un extraterrestre o diseñáramos un robot que pudiera ver los colores puros, se llevaría una impresión muy diferente a la nuestra al ver nuestro mundo. Algunos colores de los cuadros los veríamos iguales, pero otros los veríamos totalmente diferentes. Un caso muy evidente es el de las televisiones o pantallas de ordenador. Las pantallas sólo tienen tres colores: rojo, verde y azul. El resto de colores que vemos realmente no existen, es nuestro ojo el que los inventa a partir de estos tres. Así pues nuestro E.T. no sería capaz de ver lo mismo que nosotros. El blanco y los grises tampoco existe, es una combinación de todos los colores a la vez en mayor o menor intensidad. Bajo el prisma de los colores puros el blanco es una orquesta sinfónica con todos los colores sonando a la vez.

Hay colores que vemos como fruto de la mezcla de otros, por ejemplo la luz rosa es la mezcla de luz azul y roja, algo que en el arcoiris no tiene ninguna existencia.
 
 
 Las mezclas de luz de colores son inversas a las mezclas de pinturas. En la luz los colores primarios son el azul, el verde y el rojo. En la pintura son los inversos, el azul, el amarillo y el magenta o rosa (que realmente es un color compuesto).

Podríamos ponernos de acuerdo y usar siempre colores puros, usando verdes puros en lugar de mezclas de amarillos y azul, para así ver todos lo mismo. Si hiciésemos esto tendríamos que reinventar las pantallas y olvidarnos del blanco... y del rosa!! El rosa no existe, es un color compuesto fruto de la ilusión de mezclar luz azul y rojo. Un extraterrestre que sólo viese colores puros no vería jamás ese color ya que de hecho no existe en el arcoiris.

Así pues, los colores no son para nada lo que parecen, y toda la teoría del color es algo que aplica solamente al ser humano. Nuestros museos pictóricos se verían completamente diferentes en ojos de seres de otros planetas.

Es importante que los robots que construimos puedan ver como nosotros, para poder entendernos. Afortunadamente, al igual que las pantallas de nuestros televisores, los sensores de las cámaras se diseñan para captar colores compuestos, de modo que pueden interpretar lo que significa el color rosa.

Fuentes de información:

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