sábado, 21 de noviembre de 2015

La ilógica escala Fahrenheit

Saber qué tiempo va a hacer mañana es una pregunta básica para planificar algunas actividades, pero si os encontráis en un país donde usen un sistema de temperaturas diferente al que estamos habituados el cambio es complejo. En Europa estamos acostumbrados a las temperaturas centígradas, que guardan una lógica natural basada en los puntos de congelación (0º C) y ebullición (100º C) del agua. Ambas son temperaturas que podemos "sentir", ya que todos hemos jugado con el hielo y hemos cocido agua en la preparación de las comidas.

Pero en muchos países anglosajones, como Estados Unidos, se usa la escala Fahrenheit, que con todos mis respetos es una escala tremendamente ilógica por varios motivos:

Planteamiento ilógico número 1: en una escala lineal sólo hacen falta dos puntos para fijar la recta. Sin embargo Fahrenheit usó 3:
  • El primer punto, que es el 0º Fahrenheit lo definió con la temperatura de una disolución de agua, hielo y cloruro de amonio. Esta mezcla se usa como mezcla refrigerante y se estabiliza a una temperatura por debajo de la de congelación del agua.
  • El segundo punto, que es el 32º Fahrenheit, es la temperatura de congelación del agua (mezclando agua y hielo). 
  • El tercer punto, lo obtuvo de su propia temperatura corporal, y la marcó como 96º Fahrenheit. Debía tener fiebre, ya que esa es una temperatura superior a la estándar del cuerpo humano. 
Planteamiento ilógico número 2: Si bien la decisión de ubicar el 0 en una mezcla de agua, hielo y amonio puede ser correcta al ser algo reproducible, lo cierto es que requiere amonio ¿alguien sabe cómo de frío está el hielo de amonio? Esta excentricidad vino porque quería evitar el concepto de temperatura negativa, así que fijó el 0 en la temperatura más baja que conocía, que era con esa mezcla de elementos.

Planteamiento ilógico número 3: La decisión de usar el punto superior en su temperatura corporal fue algo nada reproducible. De hecho debía tener fiebre cuando decidió fijar este extremo, y posteriormente hubo que ajustarla. 

Planteamiento ilógico número 4: por si todo esto fuera poco el método de división de este intervalo no fue ni decimal (100 divisiones) ni basado en números con muchos divisores (como las 24 horas del día o los 360º del círculo), fue basado en 12 divisiones (hasta aquí bien, 12 es un número con muchos divisores: 2, 3, 4 y 6) y 8 subdivisiones (¿por qué 8 subdivisiones?). Así surgió una escala con 96 grados entre los extremos del hielo con amonio y la temperatura corporal.

Parte de estos razonamientos ilógicos podrían disolverse si hubiera querido poner los 100º en la temperatura corporal, y al medirla un día que tenía fiebre le salió demasiado alta. Al tratar de objetivizarla comparándola con otras personas vería que la medida real es más próxima a 96º, y puede que eso le obligase a generar este esquema de divisiones de 12x8=96.

En cualquier caso está claro que en lugar de corregir su enfoque y reflexionarlo mejor quiso seguir adelante y así tenemos hoy la caprichosa escala Fahrenheit, definida en 1724. 18 años más tarde se definió la escala celsius, basada en la congelación y ebullición del agua (criterio cercano y hecho a al escala humana). Y un siglo más tarde se definió la escala Kelvin, de temperaturas absolutas, usada en física, que arranca en el cero absoluto y cada grado tiene la misma magnitud que los grados de la escala celsius. Así pues, con los grados celsius para los aspectos humanos, y los grados kelvin para la ciencia parece que ya no hacía falta nada más. Pues bien, 10 años más tarde de los grados kelvin surgió la escala Rankine, que arranca en el cero absoluto igual que la escala kelvin pero cada grado tiene la magnitud de un grado fahrenheit (Wha The F***?!)

En general todas las escalas son por definición caprichosas e ilógicas, pero unas son más ilógicas que otras...




lunes, 2 de noviembre de 2015

Autistas savant

El autismo afecta a una de cada mil personas, principalmente en niños (algunas patologías del autismo son debidas a alteraciones del cromosoma X). Esta enfermedad afecta a los procesos neuronales de diversas formas, pero generalmente implican conductas asociales en mayor o menor medida (autismo de hecho significa patología del que actúa por sí mismo). Hay tres modalidades de autismo, una de ellas es el síndrome de Asperger, que es más suave y más generalizado.

Y unas pocas veces, las más raras, estos autismos implican habilidades extraordinarias, son los casos denominados savant, que significa síndrome del sabio. Hay casos notables de personas savant, con habilidades fuera de lo normal en ámbitos relacionados con el dibujo, la música o la memorización.


Stephen Wiltshire, es un autista inglés nacido en 1974 con una gran capacidad de memoria visual, que se ha hecho famoso por su habilidad de recordar la arquitectura de ciudades enteras, que dibuja en grandes murales. Su memoria eidética le permite recordar muchos detalles habiendo visto los edificios sólo unos instantes. Desde pequeño destacó por sus habilidades y ahora mismo elabora dibujos de edificios, paisajes, e incluso ciudades enteras que visualiza durante unos minutos en helicóptero. Su primer desafío para dibujar una ciudad fue Londres, y tardó 5 días en dibujarla.

Laurence Kim Peek, americano, vivió entre el 1951 y 2009. Tenía una desconexión de sus dos hemisferios cerebrales (ausencia del cuerpo calloso). Fruto de ese defecto su cerebro generó conexiones inusuales, dándole capacidades de memoria asombrosa. Recuerda todo desde sus 20 meses de vida, incluidos los 12.000 libros que ha leído (ha estado casi toda su vida leyendo en la biblioteca de Salt Lake City). Es capaz de leer dos páginas en 8 segundos, usando un ojo para cada página, ya que los mueve de manera independiente. También puede recordar las noticias y el día de la semana de cada fecha. El guionista de la película de Rain Man, Barry Morrow, se inspiró en él y de hecho le cedió el Óscar que ganó.

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Derek Paravicini, nació con apenas 6 meses, en 1979, y que quedó ciego en una de las terapias que recibió. Es un savant con un talento especial para la música, con oído absoluto y capaz de reproducir cualquier canción que escucha. Comenzó a tocar el piano con 2 años, y con 7 dio su primer concierto.


Leslie Lemke, nació en 1952 y vivió hasta 1993. Debido a sus problemas al nacer tuvieron que extirparle los ojos. Fue abandonado en adopción y adoptado por una enfermera. Aprendió a caminar con 15 años, y con 16 se despertó una noche y sin formación musical previa se puso a tocar el concierto no 1 de Tchaikovsky, que sólo había escuchado una vez. Desde entonces tocó el piano y dio conciertos regularmente.

Alonzo With Wax Model
Alonzo Clemons, nacido en 1958 es un escultor de animales, capaz de modelar un animal en pocas horas habiéndolo visto sólo en fotografías. Su caso es especial en el sentido de que no nació con el síndrome savant. Era un niño normal hasta que tuvo una fuerte caída que le generó daños cerebrales convirtiéndolo en un savant.





Hay otro caso muy curioso de mellizos con síndrome savant, que eran muy buenos en cálculos de calendario, aunque no sabían hacer otros cálculos básicos como dividir. No eran capaces de responder a una pregunta de aritmética básica, pero si les preguntabas lo mismo con fechas lo sabían contestar. Estos mellizos eran además capaces de identificar números primos de 6 y 8 cifras. Hubo varias personas que analizaron por qué encontraban esos números primos y no otros, pero no pudieron encontrar el patrón que utilizaban sus mentes. Es el caso de los mellizos John y Michael, y podéis ver un antiguo vídeo donde se comprueba su habilidad en las fechas y su incapacidad en divisiones básicas: http://www.pepijnvanerp.nl/articles/oliver-sackss-twins-and-prime-numbers/



Más material:
  • Libro de Oliver Sacks, titulado "The Man Who Mistook His Wife For A Hat" (el hombre que confundió a su mujer con un sombrero) dedicado a casos de autistas savant.
  • Programa de la BBC The Foolish Wise Ones